12/19/2005

Síntomas de una Posesión que necesita un Exorcismo de madre y señor mío.
Transfiguración de la mirada, mirada oscura que puede llegar a ser muy impresionante.
Fetidez en el aliento o diarreas muy fétidas.
Hemorragias y vómitos que acompañan estos síntomas.
Para enfrentar estos casos hay que apelar al exorcismo, para poder liberar al poseso del mal. Luego se le hace un seguimiento para ver si la entidad ha abandonado esa alma. Es importante recalcar que los "trabajos" tienen inteligencia, tienen un guardián puesto por el brujo que lo realizó, o formado por el tiempo que tiene el trabajo.
¿Como sé si estoy poseído o he visto mucha tele?
Los casos de posibles posesiones diabólicas son cada vez más numerosos, debido quizás al aumento del stress y al creciente consumo de calmantes y antidepresivos. Pero aunque esto explica algunos de los casos, hay fenómenos que ningún trastorno emocional puede justificar. Además, la frecuencia con que aparecen hace que estos fenómenos sean cada vez más objeto de divulgación, a lo que ha contribuido particularmente el cine con una serie de producciones
centradas en estos temas (El exorcista, Carrie, etc.)
Lo que resulta realmente alarmante es que muchas personas incompetentes o con intenciones abiertamente fraudulentas hayan adquirido el estatuto de «exorcistas». De ahí que en los últimos años se haya producido más de un caso de desenlace trágico: en 1975 la joven alemana Annaliese Michel murió a consecuencia de trastornos circulatorios, rodeada de extraños rituales de exorcismo; sus padres y dos sacerdotes implicados en los hechos fueron juzgados y condenados por homicidio por negligencia. En Gran Bretaña se registraron, entre 1977 y 1979, varias intervenciones erróneas que acabaron con internamientos hospitalarios, asimismo, en 1981 ha estallado en Italia un grave escándalo en torno al ex salesiano Domenico Bernardini, fundador de un centro donde, con permiso episcopal, exorcizaba a jóvenes mujeres mentalmente inestables, que se sentían endemoniadas por sugestión, y a las que aplicaba una serie de violentas prácticas mágicas.Estos y otros casos parecidos sugieren una de las problemáticas más delicadas del fenómeno de la posesión. ¿Qué clase de «posesos» deben someterse a un exorcismo en toda regla y cuáles a un tratamiento médico o psiquiátrico? En el mundo de hoy encontramos numerosas, o presuntas, víctimas de espíritus, demonios o poltergeists -como queramos llamarles-; pocos tienen idea de la naturaleza del fenómeno que les aqueja, ni de los riesgos que puedan correr